Aunque ya habíamos viajado antes por España con Frida, siempre lo hemos hecho en coche, así que para nuestro primer viaje internacional decidimos ir en avión y viajar con Iberia. Además de que es una compañía que me gusta mucho, tenía muchísimos Avios por redimir, así que me pareció la ocasión perfecta.
¿Puede mi perro volar con Iberia?
Iberia permite volar con animales pequeños en cabina siempre que pesen menos de 8kg incluyendo su transportín.
Éste deberá ser apto para volar, semirígido y no deberá exceder las dimensiones 45cm de largo x 35cm de ancho x 25cm de alto (y siempre que la suma de estos tres no exceda los 105cm).
Frida viajó en su mochila de Pecute, que realmente no cumple exactamente con las dimensiones en su postura natural, pero cuando llegamos al mostrador no miraron la mochila y tampoco la pesaron - me imagino que sería porque Frida apenas llega a los 5kg y es muy pequeña.
Sí que es necesario viajar con su pasaporte europeo donde deberá figurar que sus vacunas están al día (siendo la más importante la de la rabia) y que será revisado en el mostrador.
Para la política de mascotas de Iberia, te recomiendo que visites su página web aquí.
¿Cuánto cuesta el billete de perro con Iberia?
La tasas de Iberia son fijas y por trayecto. A la fecha de publicación de este post, los precios son los siguientes:
- España (Excepto Canarias): 35€/trayecto
- Canarias, Europa, Norte de África y Oriente Medio: 50€/trayecto
- América y Asia: 150€/trayecto.
Reservar un billete de mascota con Iberia
El proceso de reserva de billetes no es posible realizarlo online y es necesario llamar a la aerolínea para hacerlo.
Deberás indicar qué vuelos son de tu interés y te confirmarán si hay disponibilidad en ese vuelo (normalmente son 2 perros en clase turista y 1 en clase business).
Una vez confirmado, es recomendable hacer el proceso de reserva online mientras estás al teléfono con el agente y una vez finalizado, indicarle el número de localizador de la reserva para que inmediatamente vincule la plaza de tu perro a tu reserva.
Cuando vuelas con perro tampoco es posible seleccionar tu asiento y te será asignado en mostrador en el momento del check-in (donde también se realiza el pago del trayecto correspondiente). Se debe a que en el momento del check in se tratan de asignar asientos lo suficientemente separados para que dos perros no coincidan demasiado cerca.
En nuestro caso, decidimos hacer uso de algunos avios y volar en cabina business, por lo que la experiencia fue muy cómoda dado que el asiento de en medio por defecto siempre queda libre y pudimos colocar la mochila de Frida justo a nuestro lado.
La llegada al aeropuerto
Como comentado previamente, necesitarás hacer el check-in en mostrador cuando vueles con tu perro en Iberia, por lo que te recomiendo llegar con la antelación suficiente.
En el momento del check-in te será solicitado el pasaporte canino y es posible que su transportín sea pesado para confirmar que no se excede en peso.
A la hora de pasar por el arco de seguridad, el perro deberá ir fuera del transportín, ya que este pasará por el escáner, y se te solicitará que le quites la correa y el collar. En nuestro caso, llevamos a Frida en brazos y fue muy rápido.
Dentro de la terminal podrás pasear con tu perro tranquilamente, así como entrar en la sala VIP si tu billete lo incluye - aunque en la sala de Iberia en Barajas solo podrás estar si el perro está en el transportín, en la de Lisboa en cambio Frida pudo estar fuera de la mochila sin problema.
Embarcar en Iberia con perro
A la hora de embarcar, tu perro deberá permanecer todo el tiempo en su transportín, así que lo mejor es que una vez que llegues a tu asiento, dejes el transportín en el suelo entre tus piernas. Si viajas en business tendrás la posibilidad de dejar la mochila en en el suelo del asiento de en medio, si el otro pasajero no tiene inconveniente. En algunas ocasiones, si no hay nadie al lado, es posible que te dejen poner el transportín en el asiento hasta antes del despegue, pero esto no es lo habitual.
Es una buena idea acostumbrar a tu perro a estar tiempos prolongados en su transportín cerrado para que en el momento del vuelo vaya lo más relajado posible.
En mi caso, andaba preocupada por si Frida se ponía nerviosa, pero creo que el ruido blanco de los motores le ayudó a relajarse y se pasó todo el vuelo dormida. No fue necesario ningún juguete, mordedor ni medicamento. Es increíble lo bien que llevan algunas situaciones que imaginamos catastróficas y que para ellos no lo son tanto.
Nuestra experiencia con Iberia
En un primer lugar nos planteamos viajar en coche hasta Lisboa desde Madrid, pero como íbamos únicamente 4 días, el trayecto era demasiado largo en comparación con la estancia. El vuelo apenas dura una hora y pico y a pesar de mis miedos la experiencia fue súper positiva. Frida se durmió durante todo el vuelo y nadie se dio cuenta de que iba en la cabina.
¡Estoy segura de que repetiremos la experiencia de volar pronto!
